Actitudes de riesgo en el trabajo.

Actitudes de riesgo en el trabajo.

Actitudes

A veces surgen situaciones en el trabajo que acaban derivando en verdaderos pasos de riesgo, debido a actitudes precipitadas o mal preparadas. Es posible que no haya posibilidad de «arreglar» el error, así que evite hacer lo siguiente:

Bluff para ser levantado
Comencemos con uno de los más importantes. Pensar que el método más eficaz para conseguir que te aumenten el sueldo es fanfarronear, inventando una oferta de trabajo atractiva de otra empresa. El resultado del farol puede incluso ser positivo, pero la probabilidad de convertirse en el “próximo en salir” es enorme.

Abrir una empresa sin bases
Desde el plan de negocios, hasta la evaluación de la competencia y los márgenes de utilidad practicados, todo es fundamental cuidar para abrir la empresa con cierta seguridad.
La consideración es crucial, y muchas personas persiguen el sueño de ser un jefe, pero no lo logran y se sumergen en un profundo arrepentimiento.

Partir sin alternativa o cambiar sin pensar
“Dar un portazo” sin tener alternativa nos puede costar muy caro. El mercado laboral es cada vez más inestable, y la puerta que acaba de cerrarse puede no volver a abrirse para ti. Si surge una oferta de trabajo, analízala detenidamente antes de seguir adelante, trata de conocer mejor la empresa en cuestión, qué dicen los empleados actuales o pasados ​​al respecto, y quién sabe si tu opinión inicialmente positiva no cambia rápidamente.

Inercia
No es aconsejable hacer sólo lo que se le pide, sin prisas, sin intentar dar un toque personal o colaborar con opiniones claras y dinámicas. La inercia es rápidamente detectable por la gente que le rodea y, en un instante, empiezan a aparecer las primeras críticas.

Agredir verbalmente a los superiores
Si no quiere perder su trabajo, nunca discuta en un tono agresivo. Los buenos modales y la consideración deben prevalecer en situaciones difíciles y ser consciente de que por muchas razones que tengas, el día que agredas verbalmente a tu superior, tu posición en esa empresa nunca será la misma.

Individualismo
Desde el principio siempre tendrás gente trabajando a tu alrededor, así que no los desprecies y colabora. El “jugador de equipo” suele recoger una opinión positiva del grupo de trabajo, y en caso de reducción de plantilla, difícilmente será el primero en marcharse.

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